Al final vencimos un partido que creo nos complicamos nosotros mismos en el segundo cuarto. Empezamos como muchas veces lo hacemos en casa: metiéndolo todo e intensos en defensa (17-7 al final del cuarto), pero en el segundo, tal vez pensando que la difrerencia subiría progresivamente a los 20 puntos, nos relajamos y en lugar de eso se recortó a sólo un punto (30-29). Los visitantes estaban metidos en el partido y nosotros un tanto desconcertados, pese a ganar aún de uno. Quizás también olvidamos que este equipo sólo había perdido dos partidos, como nosotros. En el tercer cuarto se nos fueron de 5, aunque lo acabamos uno abajo (44-45). No nos entraban los triples, nuestra principal arma. De hecho no metimos ninguno desde el minuto uno del segundo cuarto (en el primer cuarto metimos 4), alguno lanzado precipitadamante. En cambio, los visitantes anotaron seis desde entonces. Faltando cinco minutos para acabar el partido el marcador reflejaba un inquietante 52-55 y dos tiros libres para el número 9 visitante. Pedimos tiempo muerto para serenar los ánimos (ya se había lanzado algún triple desesperado), decir que aún quedaba mucho partido y cambiar a individual para ser más agresivos en estos instantes decisivos. Por lo pronto el número 9 falló los dos libres y su equipo no anotó más que un punto en los tres minutos siguientes. Nos pusimos tres arriba (59-56), y a falta de 40 segundos seis arriba (65-59). Parecía todo decidido, pero permitimos que nos metieran un triple rápido. Presionaron y perdimos la pelota, seguido de una personal antideportiva un tanto rigurosa. Pero los visitantes no acertaron ninguno de los dos tiros libres ni tampoco los dos siguientes en la nueva posesión de que dispusieron, tras una falta normal. Cuatro fallos seguido en momentos decisivos, lanzados por jugadores importantes. Nosotros, sin embargo en esta faceta estuvimos muy acertados (21 de 26). En fin, muchos apuros pero se supo jugar en los momentos finales. Hay que extraer conclusiones y no relajarse. Sobre todo en defensa hay que darlo todo porque por ahí se empiezan a solucionar las dificultades en ataque. Por ejemplo, la descoordinación o la falta de acierto en el tiro. Si queremos estar arriba no podemos perder ni un partido en casa y fuera pocos.
Jugamos en este partido: Luis: 4 puntos, Bernardo: 2, Juan Carlos:9, Manuel: 15, Salvador: 18, Paco: 13, Huevo: 4, Javi: 1 y Luchy.
La semana que viene jugamos en Tavernes Blanques, el sábado a las cinco y al aire libre. Esperemos que no llueva ni haga mucho frío.