viernes, octubre 27, 2006

Partidos míticos (II)

Fiestas de Altura, y nosotros chavales de 16-17 años...podéis imaginaros. Era el inicio del otoño de 1999 y una nueva temporada baloncestística se avecinaba. Hasta esa fecha, supongo que éramos un conjunto bueno, pero un poco irregular, alternando buenas actuaciones con partidos menos buenos. Esa temporada, la 99-00 iba a suponer un cambio total y absoluto en nuestro juego y en la forma en la que lo veíamos hasta esa fecha. Llegó el primer partido de liga en casa y lo solventamos por poco, tras las fiestas y contra el Benicarló, nuestro eterno rival. Luego un inicio un poco dubitativo en el que alternamos tres victorias y dos derrotas hacían presagiar una temporada más como las anteriores, con actuaciones positivas y otras no tan buenas. Sin embargo, en la sexta jornada creo que vivimos un partido que cambió el rumbo de la temporada. Corría el mes de noviembre y vivimos el día más frío del año, fuimos a jugar a Tavernes Blanques (nadie entonces imaginaba que Bernardo viviría allí) y recuerdo que el frío era casi insoportable; el rival, imbatido esa temporada y contaba sus partidos por palizas, hacía presagiar una nueva derrota visto lo visto hasta ese momento. Imaginad el frío que pasamos, que en el banquillo teníamos que estar con una manta para poder soportarlo y recuerdo también que si tenías que sacar de banda, la gente prácticamente te rozaba de lo cerca que estaba. Era todo como muy oscuro y frío, muy frío. Comenzó el encuentro y fue, de largo, el día que nos "doctoramos" en esto del basket, un rival jugando en casa muy bien plantado y con jugadores de muchísima categoría...pero perdieron. Un excelente partido de los dos "cabecillas" del equipo, Sergio y Salva, y muy bien plantados el resto atrás hizo, que con pequeñas rentas durante todo el choque sacármos el partido adelante. Recuerdo el momento final, cuando recuperamos un balón en defensa y Miguel Ángel Huevo tiró el balón al aire, como diciendo: "ya está, hemos ganado". Al final nos abrazamos todos y, efectivamente, la temporada cambió sustancialmente: Sólo una derrota más en el resto de la liga y una racha de 19 victorias en 20 partidos. Campeones de Preferente Norte con 21 victorias y sólo 3 derrotas. Finalmente nos ganamos una plaza en Autonómica tras vencer al Hotel Los Silos Burjassot en la primera fase, y quedar cuartos tras perder las semifinales con el Alginet y perder también en el tercer y cuarto puesto (con encerrona incluida) frente al Elche.

2 comentarios:

binelli dijo...

esa fue la temporada mas gloriosa de cb segun recuerdo.El primer equipo lo hizo bien esa temporada, y los cadetes ganamos 14 paratidos sin derrota arrasando en la liga, de aquella temporada me quedan constantes y geniales recuerdos, por que casi todo lo que recuerdo de ese año fue mas que positivo, pra mi y para el club.
Tambien recuerdo que yo estaba citado alli para ir a jugar y el coach a la hora de salir me dijo:
no cal que vengas y pases este frio de muerte que somos 7 y no hace falta mas(pensando supongo que no habia opcion).

Anónimo dijo...

Cuántos recuerdos de ése día, Lozano "brothers". Fue el día en que "estrené" el Nissan Primera, recién comprado a Paco "hortofrutícola". Fuimos al polideportivo por Alboraia (hubiera sido mejor por Almàssera), guiándonos por las indicaciones. Hoy pasó todos los días por delante cuando vengo a Altura. Es cierto que bçnio nis hacíamos ilusiones de quedar campeones en aquellos momentos. Nosotros acabábamos de ascender de junior primera, donde quedanmos segundos, y pensábamos que aquí el nivel sería mucho mayor. Y ciertamente lo fue, pero también el nuestro. Este frío día nos tocó un Tavernes que daba miedo a la luz de las palizas que estaba dando, incluso a equipos potentes. Con nosotros salieron a tope y daban impresión. Nosotros éramos sólo siete: los titulares y Tono y Vocente López de suplentes. Pedro no les valió. A "Tramus", cuanto más le apretaban más disfrutaba y no le quitaron ni una. Se desesperaban. Todo el partido fuimos delante y creo que acabamos 39-41. Al final quedaron segundos y jugaron la fse de ascenso a Autonómica. Cayeron ante un Alginet que daba miedo, pese a que en Tavernes, en la ida, lograron derrotarle.