Perdimos por tres, la misma diferencia por la que ganamos en el partido de ida en Castellón. Allí solo contamos con ocho jugadores, que fueron 7 cuando Paco sufrió su rotura de ligamento interno en el segundo cuarto; aquí éramos 11 y teóricamente mejor equipo que entonces. Pero perdimos. Sin duda la razón es que allí a los castellonenses les salió un mal partido y se les atragantó la zona que pusimos desde el segundo cuarto, mientras que aquí jugaron muy bien, robando balones, jugando el uno contra uno, con rapidez en las transiciones y tirando bien de fuera. Nosotros no estuvimos bien, pero pese a eso pudimos ganar. Llegamos a falta de unos 35 segundos con empate a 64 y posesión para los de la Plana. Tiempo rival para que se la juegue su número 24 (creo que pone el 24, porque apenas se lee el acta. El calco azul debía estar en las últimas) en uno contra uno tras agotar la posesión. Al final no penetra y se lanza un triplazo que entra limpio, punteado bien, pero para adentro que fue. Tiempo nuestro y jugamos a que reciba Fran para que tire rápido antes de recibir la falta que le quedaba al Castellón (o no, que igual se la jugaban a defender; no lo sabemos). Logra tirar de tres, pero es taponado. Hacemos falta al jugador que había metido el triple y curiosamente falla los dos libres, pero con 6 segundos no logramos anotar. El desarrollo del partido había sido bastante igualado en general. Al final del tercer cuarto se nos habían ido de 7 (47-54), tras un parcial de 0-8. Pero cuando todo parecía ir a peor, logramos meternos en el partido con otro parcial de 10-0 (57-54).
Una lástima la derrota, porque ganar significaba prácticamente la salvación, además de superar al Castellón en un partido y el average, pero no estuvimos finos.
La semana que viene vamos a Vinaroz, el líder, a intentar dar la sorpresa, sin presión. Muy complicado será, porque aún no han perdido en su campo y son un gran equipo.