Partido donde sin duda se notó la diferencia entre un equipo en plena forma contra otro que arrastra durante toda la temporada sus problemas para entrenar con la plantilla al completo. Los de Alboraia corrían más y llevaban un ritmo diferente al nuestro. Por eso estuvimos a remolque durante el primer cuarto. Si metíamos canasta sacaban rápido y llegaban a contraatacar; nosotros lentos en los marcajes y los movimientos en ataque. No obstante, pese a perder por 10 el primer cuarto, logramos un parcial de 0-10 de salida en el segundo y empatamos, echando el resto. Es algo habitual en nosotros: salimos mal y luego igualamos, para acabar perdiendo. De nuevo se nos van en la media parte (43-32) y de nuevo empatamos de salida del tercer periodo (43-43). Pero ya en el cuarto, pese a ir sólo 5 abajo a falta de unos dos minutos, el esfuerzo había sido grande y estábamos muy cargados de faltas como para poder ganar el partido. Al final buen sabor de boca, porque viendo cómo empezó el primer cuarto pensábamos que íbamos a perder incluso abultadamente. Es una lástima que no podamos entrenar más, pero hoy por hoy es imposible por las obligaciones laborales y familiares de la mitad de la plantilla (cuatro jugadores viven en Valencia, pese a ser de Altura tres de ellos; el cuarto es de Sagunto). Nuestro equipo está confeccionado así y hay que asumirlo. Lo que pasa es que suplimos esta carencia con otras virtudes.
Jugamos Sergio: 2 puntos, Fran 24, Paco 12, Luchy, Salvador 11, Luis 5, Jordi 4, Huevo 5 y Juan Carlos 1.
El domingo jugamos en casa contra el CBCastellón.
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