Victoria con apuros en Xirivella. Quién nos iba a decir después del buen juego de la primera parte y en especial del primer cuarto (0-14 de salida, 5-20 el cuarto y 22-39 al final del segundo) que tendríamos que defender la última posesión de la Llum, a falta de cuatro segundos, para no ir a la prórroga. Quizás nos lo podrían haber dicho los árbitros, sobre todo el más corpulento, o tal vez podría haber sido un indicio el patético final de segundo cuarto: a falta de un segundo, con 17-39 en el marcador, hacemos una falta innecesaria, meten los dos tiros y en el saque de fondo se la damos a un rival apostado en la línea de tres, que la clava sobre la bocina. No pasa nada , decían algunos de los nuestros, pese a este infantil error aún ganamos por 17. Pero sí pasó. En una extraña coalición entre árbitros (dos técnicas injustísimas), acierto de los rivales (especialmente del 10 local con dos triples seguidos) y pájara nuestra en defensa y ataque ,nos hacen un increíble parcial de 16-0, para situarse 38-41. No nos lo podíamos creer. Los árbitros, totalmente en contra nuestra, no señalaban las continuas zonas de los rivales y en ataque a Salvador lo molían literalmente a palos los defensores y a personales en ataque los colegiados (cuatro le pitaron). Tal vez en estos momentos sí se notó la baja de un titular indiscutible como Juan Carlos, que aporta en todas las facetas del juego.
Pero, como ha ocurrido otras veces, nos fuimos para arriba. A falta de cuatro minutos para el final ganábamos por 47-60. Y, como otras veces, de nuevo otra pájara y el rival que nos remonta: parcial de 11-0 de los de la Llum, comandados por su número 14, y 58-60 a falta de unos 20 segundos. Posesión para los locales. El número 10, su mejor hombre, se la va a jugar. Todos lo tenemos claro. Pero ahí que te sale Huevo en un cambio en el bloqueo y le presiona. El balón se le escapa al 10, cae por el suelo y al final se lo lleva Huevo. Desde el suelo se lo pasa a Bernardo, que sale corrriendo hacia la canasta rival. El número 10 le hace falta, antideportiva. Deben quedar 10 segundos. Bernardo mete los dos, cuatro arriba y sacamos. Parece que todo está ganado. Pero no,
el árbitro más corpulento tiene que hacer otra de las suyas. El balón le llega a Salvador, al que, tras ser empujado por un rival en medio campo, se le escapa algo la bola. Cuando va a recogerla el rival, tropieza con su pierna y se cae: el árbitro no sólo le señala una falta inexistente ,sino que además la señala antideportiva (Salvador ni le veía venir porque estaba de espaldas). Es la quinta. Deben de quedar cinco segundos. De los dos tiros, el 14 sólo mete uno. Tres delante nosotros. Sacan y hacemos falta rápida sobre el 10 para que no tire triple. Falla los dos tiros libres, pero en el rebote los árbitros dicen que la tira fuera David (en relidad le dan en toda la mano). Sacan de fondo los locales, sobre el 10, con cuatro segundos y unas décimas. Le hacemos falta para que no tire de tres, con cuidado de que no sea antideportiva, pero los árbitros no la señalan pese a ser clarísima. Logra tirar, de lejos y desequilibrado dos segundos después. Falla y se acabó el sufrimiento.
Hay que felicitar a la Llum porque realmente hizo una gran segunda parte, al margen de las decisiones arbitrales. Y nosotros debemos reflexionar sobre estos bajones. Lo de los árbitros depende de quién te toque. No se puede hacer nada.
Jugamos en este partido: Luis Lozano: 9 puntos, Bernardo: 5, Paco: 19, Salvador: 20, Javi Salvia: 2, Huevo: 2, David: 4, Luchy: 1 y Agustín.
El domingo que viene volvemos al salón socio-cultural, a las 19:00 horas, contra el Bonrepós.
Pero, como ha ocurrido otras veces, nos fuimos para arriba. A falta de cuatro minutos para el final ganábamos por 47-60. Y, como otras veces, de nuevo otra pájara y el rival que nos remonta: parcial de 11-0 de los de la Llum, comandados por su número 14, y 58-60 a falta de unos 20 segundos. Posesión para los locales. El número 10, su mejor hombre, se la va a jugar. Todos lo tenemos claro. Pero ahí que te sale Huevo en un cambio en el bloqueo y le presiona. El balón se le escapa al 10, cae por el suelo y al final se lo lleva Huevo. Desde el suelo se lo pasa a Bernardo, que sale corrriendo hacia la canasta rival. El número 10 le hace falta, antideportiva. Deben quedar 10 segundos. Bernardo mete los dos, cuatro arriba y sacamos. Parece que todo está ganado. Pero no,
el árbitro más corpulento tiene que hacer otra de las suyas. El balón le llega a Salvador, al que, tras ser empujado por un rival en medio campo, se le escapa algo la bola. Cuando va a recogerla el rival, tropieza con su pierna y se cae: el árbitro no sólo le señala una falta inexistente ,sino que además la señala antideportiva (Salvador ni le veía venir porque estaba de espaldas). Es la quinta. Deben de quedar cinco segundos. De los dos tiros, el 14 sólo mete uno. Tres delante nosotros. Sacan y hacemos falta rápida sobre el 10 para que no tire triple. Falla los dos tiros libres, pero en el rebote los árbitros dicen que la tira fuera David (en relidad le dan en toda la mano). Sacan de fondo los locales, sobre el 10, con cuatro segundos y unas décimas. Le hacemos falta para que no tire de tres, con cuidado de que no sea antideportiva, pero los árbitros no la señalan pese a ser clarísima. Logra tirar, de lejos y desequilibrado dos segundos después. Falla y se acabó el sufrimiento.
Hay que felicitar a la Llum porque realmente hizo una gran segunda parte, al margen de las decisiones arbitrales. Y nosotros debemos reflexionar sobre estos bajones. Lo de los árbitros depende de quién te toque. No se puede hacer nada.
Jugamos en este partido: Luis Lozano: 9 puntos, Bernardo: 5, Paco: 19, Salvador: 20, Javi Salvia: 2, Huevo: 2, David: 4, Luchy: 1 y Agustín.
El domingo que viene volvemos al salón socio-cultural, a las 19:00 horas, contra el Bonrepós.