Último partido de la temporada y victoria trabajada y complicada de nuestro equipo. El marcador final podría hacer pensar que fue un partido relativamente fácil, pero nada más lejos de la realidad. Sobre todo tras ver nuestro penoso segundo cuarto, indolentes en defensa y negados en ataque. En el primer cuarto, aunque igualado (17-17), ya se vislumbraba que nuestra defensa no era buena y prueba de ello fue que el número 10 visitante, pese a ser conocido ya por todos por ser un gran tirador, ya llevaba 10 puntos. Pero en el segundo se sumó además nuestro desacierto en el tiro (¿será porque las nuevas canastas son más duras?): tan sólo 9 patéticos puntos. Los visitantes anotaron casi lo mismo: 16, nueve de ellos de nuevo del 10, que ya sumaba 19. Con 26-33 nos fuimos al vestuario, donde se habló de que había que defender más intenso y atacar el aro con más energía. En el minuto 3 del tercer periodo llega el momento clave del partido, cuando el señor Besabes nos pita una inexistente antideportiva, seguida de técnica al banquillo por las protestas (a todo esto, ya sobra casi comentarlo, la inhibición arbitral en el tema de faltas era increíble). Se arma un buen lío con este colegiado muy nervioso, encarándose incluso con algún jugador de nuestro banquillo en actitud desafiante. El público indignado y protestando. Pero los del Grau sólo sacan un punto de los cuatro tiros libres y la siguiente posesión; en cambio nosotros nos venimos arriba y anotamos un 7-0 de parcial que nos pone un punto arriba (37-36). Nuestra defensa sube de intensidad y dejamos a los castellonenses en tan sólo 7 puntos en este cuarto, por 18 nuestros. En último cuarto seguimos igual (19-8), de ahí la diferencia final. El número 10 sólo anotó un punto en esta segunda parte y de tiro libre (curioso que sólo metiera 2 de 8 desde la línea). Como siempre, la defensa es clave, no sólo porque te meten menos, sino porque te hace meter más a ti.
Una vez más lamentable la actitud de los árbitros. Nuestra quejas vinieron siempre por la no señalización de faltas: sólo lanzamos ¡¡7 tiros libres en todo el partido!! Y no es porque sean malos árbitros técnicamente, sino porque no quieren pitar. Es cierto que no barren para ningún lado, pero también que a nosotros nos afecta mucho más. Me explico. Nuestro mejor jugador es Salvador, de largo para mí el mejor de la categoría. Él protagoniza gran parte de nuestro ataque y juega muchos minutos. Normalmente es marcado por jugadores grandes y duros, que le dan por todos lados porque saben que es muy bueno. Le hacen montones de faltas que no se pitan. En cambio él no puede hacer lo mismo porque se tiene que proteger y, sobre todo, porque no es su estilo. Él no sale a repartir estopa. A mí, Bernardo, me han pitado varias técnicas por protestar la caña que le meten a él. Suerte que es un gran tirador y logra meter casi la mitad de sus puntos desde 6,25, que si no estaría ya aborreciendo jugar en esta categoría con estos arbitrajes.
Con esto no quiero decir que en la primera parte fuéramos detrás por culpa de los árbitros, sino por la calidad del rival y nuesta blandura en defensa. Nuestra consigna en el descanso de hecho fue (y es siempre, visto el criterio arbitral de no pitar más que lo obvio) el de ser duros para no estar en inferioridad.
Especial mención merece el señor Besabes y su actitud prepotente. Es uno de los máximos representantes del "dejar jugar" (ah, y de pitar tres minutos aunque falten seis para empezar). Pero lo peor es que se toma cualquier observación como un ataque personal. Es todo menos dialogante. Parece ser que los jugadores nos podemos dar leña y matarnos entre nosotros, pero a él y otros, si les dices algo, técnica al canto. Como le dije al final, así se va a acabar por no poder jugar a baloncesto en esta categoría.
Jugamos en este partido: Bernardo: 4 puntos, Luis: 11, Juan Carlos, Salva: 14, Luchy: 2, Paco: 12, Rafa: 10, Héctor: 3, Agustín: 3 y M. Ángel: 4. Fueron baja Javi Salvia y Manuel.
Ahora, una vez acabada nuestra temporada, queda esperar a ver qué hace el Almassora, que va a jugar la fase de ascenso a Nacional contra el Pilar de Valencia y el Ontinyent, segundos de los otros dos grupos de Autonómica.
